Hoy nos hemos propuesto daros algunos consejos a la hora de preparar una buena mesa de quesos, ya sea por si tiene invitados en casa, por si queréis disfrutar con su familia o si queréis en grande cuando os inviten trayendo un buen surtido de quesos!
¿Cuántos? A la hora de hacer una mesa de quesos, nosotros siempre ponemos 5 o 6, es un buen tamaño para que todo el mundo los pruebe todos, tengamos una buena diversidad, y así poder valorar los matices de cada queso.
¿De qué tipos? Es necesario que haya quesos diferentes; así, le pondremos de leche de vaca, de oveja y de cabra. A la hora de escogerlos también tendremos en cuenta el tipo de elaboración y maduración: de pasta blanda, prensada, cuajada, láctica, de piel lavada, curado, azul, etc. Siempre le recomendamos probarlos empezando por los más suaves, sino unos gustos más fuertes no nos dejarán disfrutar de los gustos del resto.
¿Cantidad? Si la cena (o el almuerzo!) se basa en quesos, hay que contar unos 120 – 150 gramos por persona (¡depende de lo comedores que sea!). Si es sólo para hacer una pequeña cata será suficiente con un 60 u 80 gramos.
¿Cómo lo servimos? Es importante sacar de la nevera los quesos un rato antes de sentarse a la mesa. De hecho, le recomendamos un par de horas antes. Si va tarde, los puede cortar en cuñas o dados y colocarlos en un plato o una pizarra un poco calentada. Sobre todo no despiste con aquellos quesos cremosos a los que el frío endurece la textura. Si la idea es hacer una degustación de quesos, podemos servirlo cortado, pero si la comida se centra en queso es mucho mejor poner las piezas enteras en la mesa (o divididas a grandes porciones si somos muchos) y un cuchillo adecuado para cada uno. En el caso de los quesos cremosos y untables, éstos sí que es mejor que siempre los corte cada uno en el momento de comerlos.
¿Y con qué le acompañamos? Los mejores amigos de una mesa de quesos son un buen vino y unas tostaditas de distintos gustos y texturas. También podemos poner en la mesa unos frutos secos, que acompañan muy bien los quesos curados, o frutas, también dulces, como uva o manzana que con su acidez nos limpian el paladar entre uno y otro queso y nos facilitarán la digestión!
Y con esto y una buena compañía, tiene una cena bien redondo!
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